El presidente ruso enfatizó que los resultados de la guerra, consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y otros documentos internacionales, “son inquebrantables y su revisión es inadmisible”.
Viernes 29 de Agosto de 2025
Rusia y China son solidarios en la condena a los intentos de una cantidad de países occidentales de revisar la historia de la Segunda Guerra Mundial y cancelar sus resultados, declaró el presidente ruso, Vladímir Putin.
En una entrevista concedida a la agencia de noticias china Xinhua antes de su visita oficial al gigante asiático la próxima semana, el gobernante ruso llamó la atención hacia los intentos de revisar los resultados de la Segunda Guerra Mundial por parte de varios países occidentales, donde, señaló, “se ignoran abiertamente los veredictos de los procesos de Núremberg y Tokio”.
“En la base de estas peligrosas tendencias se encuentra la renuencia a recordar la culpa directa de los predecesores de las actuales élites occidentales por la guerra mundial que desataron, el deseo de borrar las páginas vergonzosas de su historia y la intención de fomentar el revanchismo y el neonazismo”, afirmó el mandatario.
En esta línea, mencionó los esfuerzos de “falsificar y silenciar la verdad histórica en aras de la coyuntura política”.
En este contexto, recordó los casos de profanación y destrucción de obeliscos y tumbas de soldados soviéticos libertadores en algunos países europeos, y las tentativas de “retocar los hechos históricos incómodos”.
Asimismo, denunció el resurgimiento del militarismo japonés “bajo el pretexto de las supuestas amenazas rusa y china”, mientras que “en Europa, incluida Alemania, sin reparar en paralelismos históricos, se está trazando un rumbo hacia la remilitarización del continente”.
“Rusia y China condenan enérgicamente cualquier intento de distorsionar la historia de la Segunda Guerra Mundial, heroizar a los nazis, militaristas y sus secuaces, verdugos y asesinos, y difamar a los soldados libertadores”, subrayó.
El presidente ruso enfatizó que los resultados de la guerra, consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y otros documentos internacionales, “son inquebrantables y su revisión es inadmisible”.
“Esta es nuestra posición inalterable, compartida con nuestros amigos chinos”, dijo.